viernes, 9 de agosto de 2013

De nuestra democracia: Un largo camino para aprender de lo vivido





De nuestra democracia: Un largo camino para aprender de lo vivido

Nuevamente nos encontramos ante uno de los acontecimientos más importante de nuestra sociedad, que renació después de tantas heridas  aya por el año 83, cuando la Democracia nos dabas nuevos aires gracias a una historia que se había escrito con sangre en Malvinas.
Después de que los militares se creyeron profesionales de la guerra, cuando en realidad solo eran profesionales de golpes de estados y se atrevieron a escribir una de las paginas  mas triste de nuestra  Argentina vapuleada, con la soberbia de llevarse puesta a una de las potencias imperialistas y luego darse cuenta que con los Ingleses no se joden, no tuvieron otra, que dar un paso al costado y permitir que nuevos aires llegaran para dar un respiro a nuestra tierra. Por aquel entonces, Galtieri quedaba fuera de juego y Cristino Nicolaide Solito con su alma ya que Marina y Aeronáutica pusieron su cabeza bajo tierra como los avestruces, designaba a un ilustre Bignone como presidente para organizar la retirada y permitir que los viejos políticos sacaran de sus roperos sus mejores trajes, para juntarse y así, desempolvar las urnas olvidadas por tantos años de gobiernos nefastos.
La victoria tiene muchos hijos pero la derrota, es huérfano de padre y madre. Los militares, tenían que pararse con sus mejores trajes verdes y salir airosos o al menos, con la frente en alto de estas cuestiones tan nefastas, así que la solución a sus tantos males, venia de la mano de aquellos hombres y mujeres que supieron echar,  para imponer sus gobiernos autoritarios y sangrientos.
Esta solución o manotazo de ahogado, ya era una practica habitual es su historia de golpista, en el 46 con el Fracaso de Farrel, en el 58 con el descalabro de la Revolución Libertadora, En el 63 con Guido después del golpe a Frondizi, en el 72 con la locura de la revolución de Ongania y Lanusse y así, podemos seguir y en definitiva, siempre terminamos con la misma historia, hacen de este vendito país un desastre para después llaman a elecciones, con el objetivo de conseguir un salvavidas que los ayuden a flotar en un mar de porquería que flotan entre sus vidas.
Esta claro que los gobiernos nefastos, nunca lograron armar una salida victoriosa de sus descalabrazos gobiernos. Uriburutuvo que entregar su gobierno a Justo que no era su Candidato, Aramburu a Frondizi que tampoco lo era, Illia no eran la mejor salida de los muchachos que estaban detrás de Guido y obviamente, Campora, materializo la derrota de Lanusse o para ser preciso, de Ongania, Levington y Lanusse.
Seguramente, desde Videla, Viola, y Galtieri a si como Bignone, no abran sentido que la alegría era su mejor aliado cuando tuvo que entregar sus dominios a un gobierno democrático. Lo cierto, es que a partir de 1983, la democracia daba un paso importante de nuestra historia, para que un pueblo respire aires libres y sueños capaces de materializarse en distintas posiciones ideológicas.
Después de tanto andar y de tantas idas y venidas, hoy podemos decir que nuestro país, cuenta orgánicamente con toda las condiciones para hacer de la democracia una bandera que nos posiciona como un país libre y soberano, capas de decidir su propio destino, capas de argumentar sus propias ideas y construir sus propios cimientos, para que generaciones venideras, puedan disfrutar de nuevos aires puros y esperanzadores.
Después de los plazos fijos y la patria Financiera, después del primer mundial ganado con los goles de un Tal Mario Kempes mientras los militares hacían de la suya, después de  descubrir que somos los únicos locos que podemos jugar un mundial y hacer una guerra al mismo tiempo, para  perder por afano en las dos ocasiones, Descubrimos que teníamos las urnas llenas de polvo y tela de araña y al grito de viva la patria, le pasamos el plomero, mientras varios políticos se peinaban a la gomina, para salir a la calle con sus mejores cara y hacer las delicias del proselitismo nacional.
Ya pasaron 30 años de aquella democracia joven que aparecía con cara de señora justa y equilibrada y hoy, nos estamos recibiendo con todo los honores de conocedores de lo que supimos perder por aquellos días y lo que podemos ganar si aprendemos con humildad, a cuidar esta democracia que lejos de ser perfecta, es el camino que debemos tomar para establecernos y fortalecernos cada ves mas como nación y por sobre toda las cosas, como latinoamericanos.   
Los  tiempos avanzan y ya nos alcanza le 11 de agosto, lejos de aquellos tiempos de golpes y represión, nos encontramos con el derecho y la obligación de mostrarnos ciudadanos agradecido de una historia que nos enseña día a día como debemos comportarnos frente a nuestras virtudes y frente a nuestros defectos.
Quizás, en la soledad de un aula escolar, hay donde todo parece comenzar, hay donde las posiciones ideológicas se ponen a prueba, deberíamos recordad cuanto hemos caminado para llegar a esta instancia tan maravillosa y esperanzadora.
Por nuestra libertad, muchos han desaparecido, por nuestra libertad, las Abuelas y Madres de pañuelos blanco han luchado con las armas de la constancia y la verdad, por nuestra libertad, muchos hombres y mujeres entregaron su vida para que otros tengan la oportunidad de sonreír.
Cuando recibamos el sobre, que no nos tiemble las manos, sintámonos orgullosos de ser parte de esta historia liberadora y enriquecedora. Recordemos a tantos exiliados y a tantos prohibidos, recordemos a tantos jóvenes que entregaron sus vidas por nuestra soberanía, pensemos que todos nosotros tenemos la oportunidad de participar de un acto que muchos hombres y mujeres añoraron participar.
Somos Argentino y latinoamericano, nuestra bandera, la celeste y blanca, Flamea para cada argentino sin importarle condición política o credo Religioso, ella es de todo y para todos, mas a ya de cada uno, mas a ya de cada discusión política, mas a ya de cada corazón puesto en un pensamiento colectivo individual, la patria, es de todo y para todo, la Democracia es nuestro sustento enriquecedor, que nos hace cada ves mas fuerte y libres.
Respetémonos y seamos participe de este momento tan histórico como fantástico, porque en cada argentino, hay mucho por hacer y es desde aquí, donde tenemos que empezar a construir
Después de Todo, La Patria, es el otro.






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